MARQUÉS DE RISCAL, ARQUITECTURA Y VINO (2014-06-19)

Hubo un tiempo en el que los arquitectos perdieron la mesura, se desiniveron. Esto ocurre cuando los recursos (de todo tipo) son, o nos creemos que son, inagotables.

Este edificio, paradigmático en la arquitectura para el vino, resulta ser un hotel y la infraestructura bodeguera está por debajo, casi oculta. Son los cimientos sobre los que se asienta el edificio.

Lo explican como el chateau del siglo XXI,  y no dejan de tener razón, pues es la puesta a disposición de las masas de un bien patrimonial.
Además, si  al hotel no fuiste en ferrari, lo puedes ver desde la ventana de la habitación. Bien es cierto que las ventanas, también, están ocultas por la parafernalia que Gehry superpuso.
Interesante juego éste, de ocultar el ser. Tal vez, se pretenda que indaguemos en ello. 




Si este artículo no lo lees en http://jgarc16.blogspot.com.es/   te pierdes otros contenidos que existen en el blog.