una apacible y siempre verde Vega
a quien Apolo su favor no niega,
pues con las aguas de Helicón la baña;
(Miguel de Cervantes Saavedra)
Tras la traslucida niebla del día de Cervantes, bien podría adivinarse el mítico Helicón; aunque también es sugerente nuestro humilde Tajuña.