Lugar: LOS CONSEJOS DE ALMUDENA PÉREZ SALAS

Mientras observamos con paciencia e ilusión como crecen y maduran nuestras uvas, estamos preparándolo todo para poner en práctica todos los consejos y recomendaciones de nuestra amiga Almudena.
Sorprendida en un primer momento por nuestra modesta iniciativa, que ha ido conociendo durante los dos últimos meses y culminada con la cata de nuestros vinos de aprendiz. Pudo comprobar el resultado de nuestro trabajo, del cual recibimos por su parte muy buenos comentarios y en ocasiones elogios, a la vez que nos indica oportunidades de mejora que sin duda aplicaremos en la próxima campaña. Muestra gran interés por conocer los detalles de nuestra peculiar idea, empezando por el tipo de suelo y localización donde se encuentra el viñedo, por las variedades, los procedimientos de cultivo, de elaboración y sobre todo por las motivaciones personales de cada uno de nosotros en este “proyecto” tan interesante. Poco a poco fuimos descubriendo la gran persona y profesional que es Almudena.

Como buen profesional nos indica que el vino se hace en el campo, para ello nos explica con todo detalle desde la elección de la variedad y del patrón hasta las diferentes tipos de suelos y como influyen en el desarrollo vegetativo de la vid. El agua, un recurso muy importante y muy necesario, a veces, pero que hay que saber utilizar, cuando, como y cuanto, son preguntas muy importantes, en cepas nuevas queremos que la raíz se esfuerce y busque el agua a gran profundidad, tiene que hacerse una raíz fuerte y grande, el agua con mesura y no muy tarde, tengamos en cuenta la relación agua/azúcar en la uva ya madura. A tener en cuenta la cantidad de uva por cepa, la calidad y la cantidad están reñidas, aunque nos duela tirar racimos al suelo sin madurar, lo ganaremos en calidad. La masa vegetal de las cepas, tan importante para proteger sus frutos de los rayos directos del sol. Nos apoya en nuestra apuesta por la variedad Airen, variedad española y la más predominante en nuestra región, nos habla de los exquisitos frutos de las huertas madrileñas, actualmente difíciles de encontrar en los mercados. Habló de las enfermedades del viñedo y de su tratamiento, atención también al exceso de fitosanitarios, queremos conseguir una planta que debe hacerse resistente por sí misma, aprendiendo ella misma a protegerse, no es buena la sobreprotección. Nos cuenta como hace ella las cosas y comprobamos que no difieren tanto de las nuestras, tan sólo que son más humildes las nuestras, pero siempre lo esencial es lo mismo.

Sobre la bodega, hablamos de todo el proceso, desde el despalillado al embotellado, admirada por nuestros escasos recursos materiales, en algunas ocasiones nos comenta que mejor así, para hacer buenos caldos no hace falta tanta tecnología, nuestros abuelos hacían vinos de gran calidad con muchos menos recursos y pocos conocimientos. Ve con buenos ojos nuestros procedimientos, muy humildes todos ellos, pero quedamos sorprendidos cuando nuestra amiga los califica como correctos y apropiados, no duda en indicarnos ocasiones de mejora, que sin ninguna duda aceptamos como una oportunidad de aprender este arte tan complejo. Tenemos que conocer el potencial de cada una de nuestras variedades que cultivamos, para cual nos anima a la fermentación monovarietal. Sin duda todos sus consejos y recomendaciones nos serán de gran ayuda en nuestro camino de aprendizaje.
Queremos desde aquí dar las gracias a nuestra amiga por su interés en conocer nuestra humilde iniciativa, pero nada humilde en ilusión, ganas de trabajar, aprender y mejorar.