Estaba por ahí desde 1850, y no habíamos reparado en ella.
Tiene una capacidad de 32 arrobas, aproximadamente 500 litros.
Su altura es 148 centímetros, y su panza tiene un diámetro exterior de 99 centímetros.
El orificio de la espita está situado a 44 centímetros del suelo, lo que nos da idea de la cantidad de madre utilizada para fermentar.
Habrá que preguntar sobre su llenado para fermentación, pues todavía hay personas que han utilizado este tipo de depósito.
Son curiosas e interesantes sus curvaturas, sin duda para lograr que la presión hidrostática sea constante en la parte inferior.
Este año, con la nueva cosecha, nos gustaría poder llenarla.
JUANA GARCIA