Estamos a mediados de abril y las yemas, ya, se están moviendo.
Este año el brote ha venido más tardío, -quince o veinte días-.
Zoilo decía: para San José -19 de marzo- siempre hay flores en los perales. Sin embargo, este año no ha sido así, los perales han abierto quince o veinte días después, como se aprecia en la fotografía tomada el día 14 de abril. Tardanza que se repite en las viñas
Además, las dos viñas ofrecen las siguientes diferencias: las cepas viejas -en vaso- están llorando en estos momentos, mientras que las nuevas -en espaldera- tienen las yemas ya a punto de abrir y no hemos apreciado que hayan llorado.
¿Alguien podría explicarnos estas diferencias?
En principio, esta situación significa que la tardanza en el brote de las yemas, quitará días de vegetación a las vides. Pero la fenomenología atmosférica en los cinco meses próximos, hasta la vendimia, (s.d.q.), puede ser tan variable que estos quince o veinte días no sean decisivos en la maduración de la uva.
Eso esperamos.