La agricultura en Lanzarote fue, y es, muy exigente. La viticultura como parte del todo, tiene esa cualidad.
Estremece ver como la cultura se confunde con la natura, ambos extremos han llegado aún acuerdo y el resultado es el paisaje.
El resultado son escasos racimos de uva malvasía -la más abundante- , de los cuales se obtiene un vino delicado, en el que la suave acidez final es compensada con aromas, necesariamente, minerales.
Allí visitamos dos bodegas, una de ellas La Geria situada en la parte central de la isla, en proximidad de la zona arrasada en el siglo XVIII por la erupciones volcánicas. Son las fotos superiores.
La segunda bodega está al norte de la isla, donde existe otra pequeña zona productora de uva y vino, se centra en la localidad de Ye. Presenta los mismos rasgos que lo visto anteriormente, pero ahora en una orografía más difícil, lo que hace que esté más abandonada.
Son las estribaciones del volcán de La Corona, que llegan hasta el mar en terrazas estructuradas por los cortavientos que protegen las vides.
Son las estribaciones del volcán de La Corona, que llegan hasta el mar en terrazas estructuradas por los cortavientos que protegen las vides.
Allí pasamos a la Bodega Tasca Los Almacenes. Esta bodega podríamos situarla en el grupo de "cosecheros tradicionales" que intentan vender su producción directamente.
Su malvasía cabe calificarlo como un vino sin artificio. A mi me gustó.
Con todo la protagonista es la uva que surgiendo entre escorias volcánicas se ofrece dorada y jugosa para llegar a ser ese vino delicado, sensible y mineral.
Si este artículo no lo lees en http://jgarc16.blogspot.com.es/ te pierdes otros contenidos que existen en el blog.