La viña de secano se ha recuperado satisfactoriamente, este año ha estado rodeada de cereal, del que quedan los montones de "pacas" convenientemente apiladas.
Las uvas están tomando un gran tamaño, siempre ocultas tras las pámpanas, y esperamos una gran cosecha que nos permita seguir trabajando con el maltratado airén.
Seguramente que es su abundancia su mayor descredito, pero el sabor que hoy mismo tiene esta uva no lo tiene otras con nombres más evanescentes.
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