Si miramos el calendario, no
cabe duda alguna, estamos en otoño pero no lo tenemos tan claro cuando salimos
al campo, las temperaturas casi primaverales de los últimos días, 25ºC en las
horas centrales del día, están provocando en las plantas un fenómeno extraño
para estas fechas.
En la
vega del Congosto hemos visto nacer y crecer espárragos durante esta semana; en
primavera crecen con temperaturas más bajas que las actuales, por
eso no es extraño verlos creer en este mes de Noviembre tan atípico.
Hemos salido al campo preocupados por los posibles
efectos negativos que sobre nuestras cepas pueda estar provocando este clima
casi primaveral.
Lo primero que nos llama la atención es
la gran masa de hojas que aún queda en los sarmientos, sobre todo en la parcela
que hemos plantado este año.
En la otra parcela, observamos las
yemas generadas por la vid este año, como han roto esa fina corteza de
color marrón que las protege, en un incipiente desborre inducido por una
temperatura inusual para este mes. Pensamos que no afectara a la próxima
cosecha, pues no vemos más avances que éste. Creemos que ha ayudado mucho que las cepas aún están sin podar, pues de
estarlo, toda la savia de la planta estaría dirigida hacia el único punto que le queda y
sin duda el desarrollo hubiera sido mayor.
Esperamos vengan pronto las
temperaturas más habituales para este mes y alguna que otra helada, en el campo
para evitar ese desborre a destiempo y, por otra parte, en la bodega la tan esperada bajada de la temperatura para que
decanten y clarifiquen nuestros vinos de
la cosecha 2.014.
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Javier López Brea