
La mayoría de los alumnos pertenecían a medianas o
pequeñas explotaciones vitivinícolas y
algunos eran trabajadores de grandes cooperativas o bodegas de gran tamaño,
pero había un pequeño grupo de artesanos
particulares del vino, como Marc, el alemán, como le gustaba que le llamaran,
que junto a su esposa elaboran unas 700 botellas/año en la sierra de Ronda para
él y sus amigos, presumía de tener el
mejor vino del mundo, no podemos opinar, pues no lo hemos probado o Esteban que
en tierras de Zamora elabora desde hace unos cuantos años de manera artesanal sus propios vinos.
Aparte de todo lo
aprendido en el curso que fue mucho y de
gran aplicación para nuestra afición diaria en el viñedo y la bodega, fue sin
duda un intercambio de experiencias, sabiduría popular y anécdotas entre las
diferentes regiones vitivinícolas allí presentes.
Conocí gente que
como nosotros se dedican a la elaboración artesanal y que cada día se preocupa por aprender,
estudiar y asistir a cursos, catas, incluso masters para intentar hacer cada día mejores vinos.
Sin duda me traje de
allí conocimientos y amigos con muchas cosas en común.
P.D.: Samuel, animo con tu tesis doctoral y con tú trabajo como investigador en el Intaex, (http://intaex.juntaextremadura.net/) en el campo
de la viticultura, te deseo lo mejor.
Javier López Brea
Si este artículo no lo lees en http://jgarc16.blogspot.com.es/ te pierdes otros contenidos que existen en el blog.
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